025
Hace unos días conocí a una persona cuyo trabajo es ser mecánico de las vías del AVE.
—Lo más habitual es que una piedra se haya enganchado en un cambio de agujas. Llegamos al punto, sacamos la piedra, prueban el cambio desde central y nos vamos a casa—me cuenta.
También me cuenta que absolutamente todos los días y antes de que el primer AVE Madrid-Valencia realice su primer recorrido, un tren ciego, fantasma o auscultador comienza el trayecto para detectar cualquier avería presente en la vía: hundimientos, falta de cableado, separación excesiva entre vías… y todo en tiempo real con un sistema de marcaje que indica con exactitud dónde se encuentra el problema.