reality bites

Share this post

027

www.heyazorin.com

027

Lucas A.
Oct 15, 2022
5
Share this post

027

www.heyazorin.com

Todo conocemos o tenemos familiares especialmente cultos. Personas que han dedicado ingentes cantidades de tiempo, dinero y esfuerzo a conseguir metas vetadas a la gran mayoría de la población: hablar 5 idiomas, viajar a 50 países, poseer los títulos de 5 carreras universitarias.

Proezas.

Soberbios. Engreídos. Ególatras. Condescendientes.

Y la próxima vez que llores por un gilipollas—le dice—, recuerda muy bien: tuviste la oportunidad de conocer a la persona más maravillosa que pudiste conocer. ¿Querías alguien con arte? ¿Alguien inteligente? ¿Alguien que sepa de cultura? ¿Alguien que no te aburra? ¿Alguien que no te haga daño? ¿Alguien atractivo?

De nada sirve a este personaje tener la mayor de las culturas si no sabe encajar un artístico no por respuesta, aceptar la derrota en 5 idiomas o marcharse a llorar en las tierras de 50 países.

Porque ser culto no te exime de ser imbécil, ni te hace mejor persona, ni te da habilidades exclusivas. Porque el tiempo es limitado y emplearlo en un aspecto de tu vida evita que lo dediques a otro. Porque el fontanero que escribe ‘vamos haber’ es capaz de instalarte la cocina en 2 horas mientras miras, absorto, cómo lo hace y sujetas tu último título de máster bajo la axila derecha sudada, peluda.

This post is for paid subscribers

Already a paid subscriber? Sign in
Previous
Next
© 2023 Lucas A.
Privacy ∙ Terms ∙ Collection notice
Start WritingGet the app
Substack is the home for great writing