—¡Ahi está el futuro!—escucho tras de mí.
Un hombre de unos 60, con pelo corto, cano y abundante, me sonríe mientras me quito el casco y lo dejo encima del asiento de la moto.
Estoy en el punto de recarga de vehículos eléctricos del supermercado ALDI, un parking de buen tamaño con tres puestos de carga, un supermercado, un gimnasio y dos restaurantes.
Yo tengo una Yamaha—me dice, mientras señala hacia ella con el dedo—pero ahora que estoy a punto de prejubilarme busco algo eléctrico. Me sobran caballos.
Acababa de llegar, cuatro de la tarde y cincuenta minutos para entrar al gimnasio, calentar, entrenar y estirar antes de volver a casa, ducharme e irme a socializar a las actividades extraescolares de Irene.
—Antes tenía una Varadero, pero llegó un momento en el que no podía moverla. Me operaron de las vértebras y tuve que cambiarla por una más ligera. La Yamaha.
Ese me operaron de las vértebras me es demasiado familiar. Mis dos lesiones —la protusión en la L4-L5 y la casi-hernia en la L5-S1— se despiertan y ronronean en mi espalda. Le cuento que yo también tengo la espalda tocada y me enseña la cicatriz de su última operación.
—¿Mejoraste después de operarte?—le pregunto.
—Sí, pero todavía siento dolor y sigo en tratamiento con varias pastillas. Era camionero y más de una vez me tuvieron que bajar del camión entre tres tíos porque no podía moverme. O la de veces que he tenido que ir al baño a gatas…
Sus palabras me recuerdan a mis crisis, a hacer la croqueta en la cama para levantarme, a no poder ponerme recto hasta pasados un par de minutos o a apoyarme en el coche nada más salir mientras un perro rabioso imaginario me mordía la pierna desde el glúteo hasta el tobillo.
_¿Y no te da miedo que nos den un golpe y nos partan en dos para siempre?
—Por eso vendí la Varadero. A uno de mis compañeros de ruta se le cayó la moto y le partió la pierna. No quiero imaginar qué me habría pasado a mí.
Nos despedimos unos minutos después tras compartir impresiones sobre las motos y darnos consejos mutuos sobre cómo sobrellevar los dolores.
Llego al gimnasio, caliento, entreno, estiro y vuelvo a casa agradecido por encontrarme bien, por no tener dolores incapacitantes y con la convicción de que no quiero ser él con 63 años. Quiero estar bien.
Hay que seguir.
2
La importancia de la vitamina D en la salud es crítica.
Desde la pandemia, en casa nos suplementamos prácticamente a diario con 2500 UI de colecalciferol (D3) aunque serviría perfectamente la versión que venden ahora en HSN con 2000 UI por cápsula.
La mayor fuente de vitamina D es el sol y la radiación, pero España sigue siendo un país con casi la mitad de su población en déficit de esta vitamina.
Volviendo a nuestro caso y si te preguntas si es seguro suplementarse, podría decirte que mi mujer se ha hecho dos análisis de sangre en los últimos dos años y sus niveles de vitamina D estaban en 35 ng/ml. Ella no es muy consistente en cuanto a la suplementación se refiere y sus cifras de vitamina D están en la parte intermedia de la tabla según los baremos médicos.
Sin embargo, estudios recientes sitúan el baremo óptimo entre 40 y 50 ng/ml e incluso, entre 50 y 60 ng/ml. Por este motivo, se considera que la suplementación diaria de vitamina D3 con dosis de 2000 UI es efectiva, segura y no causaría en ningún caso una hipervitaminosis ya que habría que superar durante semanas las 40.000 UI diarias para desarrollar problemas de salud (hipercalcemia).
Pero no es de eso de lo que te quiero hablar aquí.
Me ha parecido curioso e interesante el extracto que te dejo a continuación del podcast de Fitness Revolucionario (recomendadísimo) en el que hablan de que el color de la piel del humano varía en función de la necesidad de absorción de vitamina D.
: más :
Recientemente ha salido publicado un nuevo artículo que recomiendo leer alabando el poder antitumoral de la vitamina D en cánceres como el de mama, próstata o colon. Y no sólo en cáncer, sino también en enfermedades osteomusculares.
El tribunal considera que Instagram y Pinterest contribuyeron al suicidio de Molly Russell, de 14 años.
Enfermedades en pintura: una de ‘Las tres gracias’ de Rubens tenía cáncer de mama.
Encuentran relación entre la toma de cafeína durante el embarazo y la altura de les hijes.
4 años después, Tumblr vuele a permitir desnudos (pero no sexo explícito).
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Ya que he pagado me siento con el derecho de aprovechar este espacio para enviar un mensaje a mi madre: Gracias mami por haber fumado y tomado café durante el embarazo, no me hubiese gustado medir 2 metros.