Hablando con amigos me he dado cuenta de que he desarrollado una intolerancia bastante incómoda que me hace emitir juicios contra personas cercanas, lejanas y desconocidas.
Os hablo de la intolerancia a que los demás beban alcohol.
Los demás. Si es que os tenéis que reír.
No recuerdo la última vez que bebí alcohol. Probablemente fue hace mucho y sin duda alguna sería cerveza. El último cubata puede hacer, fácil, más de quince años que desapareció de mi vida. No me gusta el alcohol duro, pero sí la cerveza. Y justo cuando empezaba a disfrutar de verdad de beberme una fresquita Águila sin filtrar al sol acompañada de olivas y mix de frutos secos decidí boicotear mi circuito de recompensa y preguntarme cuál era la verdadera razón por la que estaba bebiendo una cerveza con alcohol.
Y no la encontré.
No la encontré porque no existe.
No me sirvió un porque me gusta porque también me gusta la cocaína pura colombiana, el azúcar blanco y los Tesla y no por eso hipoteco mi vida.
Desde hace muchos años intento priorizar mi salud por encima del resto de placeres huecos o nocivos que no aportan beneficio y la cerveza con alcohol pasó por la guillotina quedándose, para mi suerte, en cerveza 0,0.
Que no la llamen cerveza, pero hace la misma función que su homóloga insalubre un caluroso día de verano en la terraza de un chiringuito: refresca y te pone de buen humor.
Sin embargo, una vez interiorizado que el alcohol es malo, comienzo a desarrollar la intolerancia hacia el resto del mundo: amigos que beben, clientes que beben (mucho), familiares que beben, gente que bebe, anuncios de alcohol, gel hidroalcohólico, colutorio bucal. Y tengo una escalera:
si tienes 20 años o menos y bebes: bueno, es tristemente normal. Qué te voy a contar que yo no hiciera. Jeje.
si tienes 30 años o menos y bebes: empieza a pensar en dejarlo, bro.
si tienes 40 años o menos y bebes: te estás haciendo daño. Cada cubata y cada cerveza daña tu sistema vital, tus órganos, tu cerebro, tu cuerpo. Aquello que te mantiene con vida lo estás destruyendo sin motivo.
si tienes entre 40 y 60 años y bebes: eres subnormal. Deja de beber. No me vale un ‘me bebo un vinito el domingo’. Deja de beber. Tu vida está en juego. Tienes hijos. Educa en salud. Quiérete. Trata de durar. Hazte runner o crossfitter porque estás en la edad. Cómprate una moto. Divórciate. Injértate pelo, pero deja de beber.
si tienes +70 años y bebes: ahora, sí. Tienes mi aprobación porque te vas a morir pronto igual, así que disfruta de los últimos días de tu vida como te dé la gana. Drógate. Fuma fuerte Ducados. Come grasas trans y azúcares. Hazte un carajillo para desayunar. Llama y cuelga al telefonillo de tus vecinos. Vete de after con tus nietos. Te quedan cuatro días, qué más da.
Y así se ha ido forjando la intolerancia en mi interior. Así vivo, juzgando a las personas que tengo alrededor sin ningún tipo de compasión. A veces se lo digo, pero la mayoría de las veces simplemente lo pienso para mí mismo. Intento exponerme a mi intolerancia para tratar de curarla, quedo con gente que bebe y trato de ser normal. Trato de quererlos igual, de que no se note en la mirada que la tengo poco enamorada.
Y tú, qué: ¿bebes o desbebes?
047
Uf, menos mal que aún no tengo 40 y me puedo tomar mis 3 cubatas anuales sin que me llames subnormal 😅