047
Hablando con amigos me he dado cuenta de que he desarrollado una intolerancia bastante incómoda que me hace emitir juicios contra personas cercanas, lejanas y desconocidas.
Os hablo de la intolerancia a que los demás beban alcohol.
Los demás. Si es que os tenéis que reír.
No recuerdo la última vez que bebí alcohol. Probablemente fue hace mucho y sin duda alguna sería cerveza. El último cubata puede hacer, fácil, más de quince años que desapareció de mi vida. No me gusta el alcohol duro, pero sí la cerveza. Y justo cuando empezaba a disfrutar de verdad de beberme una fresquita Águila sin filtrar al sol acompañada de olivas y mix de frutos secos decidí boicotear mi circuito de recompensa y preguntarme cuál era la verdadera razón por la que estaba bebiendo una cerveza con alcohol.